Gran parte de la población sufre dolores de espalda, por lo que este problema no es solo propio de los músicos.
Estos dolores, frecuentemente de origen muscular pueden ser por diversas causas. Los músicos sufren estos dolores unidos a su practica instrumental. Los llamamos dolores funcionale , debido frecuentemente a las posiciones pasivas y demasiado estáticas que se ven obligados a permanecer. Lo que lleva directamente a las contracciones musculares largas y a veces constantes.
Ademas estas tienen la manía de transformarse en contracturas. De ahí que el dolor aparezca con mayor rapidez cuando se toca el instrumento.
El tratamiento sintomático va ir a la par con el trabajo corporal, osea será necesario actuar en el trabajo postural y gestual del instrumento para poder acabar con el origen del problema.
Las dos causas principales de abandono de la practica instrumental son los bloqueos corporales y los dolores, ya que hacen desaparecer el placer de la interpretación. Los que no abandonan se enfrentan tarde o temprano a la cuestión del cuerpo y quizás esos hábitos ya lleven mucho tiempo instalados. Es por ello que la finalidad es despertar en el alumno una atención a las sensaciones corporales. Es decir encontrar su sentido corporal. Ya que la corporalidad lleva directamente a la mejora de la musicalidad.
Resumiendo: Las tensiones encogen el sonido.
Es inútil buscar a musicalidad de un modo puramente intelectual, o en una búsqueda de la inspiración, estamos convencidos de que la encontramos en el cuerpo cuando este funciona perfectamente en armonía con el instrumento. La mejora de los gestos y posturas contribuye directamente a la mejora de la musicalidad.
Un saludo 😉